Una enfermera. Tu enfermera*

Muchos se plantean que para ser enfermera es necesario una enorme vocación que te lance de forma directa a una profesión que pocos conocemos antes de entrar en la universidad. Y la verdad absoluta es que, para ser enfermera, una buena enfermera, más que vocación, son necesarias otras «prendas». Esto lo he llegado a entender ahora, tras casi treinta años ya de profesión. Lo realmente necesario es que te gusten las personas y lo que haces, desear hacer un buen trabajo, con esfuerzo, dedicación, con estudio… Es necesaria una mente científica, capacidad para ver con humanidad a las personas que tenemos delante y al lado, es imprescindible grandes dosis de empatía, capacidad para aparcar los egos y trabajar en equipo. La vocación existe, por supuesto, pero no es el único ingrediente ni el más indispensable. Una enfermera debe avanzar con su profesión, aportar algo cada día, dejarse enseñar a diario, cuestionarse, ponerse en duda… ¡uuufff, cuántas cosas, ¿verdad!? Creo que la de enferme